El asma por ejercicio es una sensación de dificultad respiratoria, con la presencia de tos, sibilancias y opresión torácica tras realizar un esfuerzo físico. Se debe al enfriamiento y resequedad relativa de la vía aérea por un incremento de la ventilación durante el ejercicio. El 90% de las persona con asma, padecen el asma inducida por ejercicio.

En general, los ejercicios ó deportes que más probablemente desencadenen episodios de espasmo bronquial son aquellos que requieren de actividad física intensa en períodos moderados de tiempo y principalmente en ambientes abiertos (como básquetbol, tenis, racquetbol, carreras, carreras de ciclismo, etc), sin embargo, los ejercicios pausados y continuos, con incremento progresivo del esfuerzo físico (aeróbicos), tienen menores probabilidades de causar problemas (natación, caminata,  aeróbics de bajo impacto, carreras de distancia larga, etc.).

Los alergólogos son especialistas indicados para manejar el asma por ejercicio, utilizando medicamentos, orientación preventiva y entrenamiento para cada caso en especial con excelentes resultados basados en evidencias científicas, llevando al paciente a una vida sin limitaciones y pudiendo realizar ejercicios sin problemas.